De $2.90 a $3: Cómo Planea la MTA Gastar el Aumento
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El centavo extra financia costos operativos, servicio de deuda y proyectos de capital, pero enfrenta una brecha de financiamiento de $33 mil millones.
¿A dónde van esos $0.10 de todos modos?
Cuando pasas la tarjeta (o tocas) con la tarifa subiendo de $2.90 a $3.00, ese centavo extra no desaparece. Una gran parte va hacia mantener el sistema funcionando: mano de obra, energía, limpieza y reparaciones. En 2022, la mano de obra representó ~58% de los gastos operativos. Las operaciones restantes, contratos, servicios públicos y materiales absorben el resto.
Pero el incremento de tarifa también ayuda a apoyar el servicio de deuda vinculado a proyectos de capital, cerrando la brecha entre los costos diarios y el trabajo de infraestructura de gran envergadura.
En el lado del capital, el Plan de Capital 2025 a 2029 de la MTA compromete $68.4 mil millones para reconstruir señales, renovar estaciones, expandir la accesibilidad y sentar las bases para la línea Interborough Express. Más del 90% de eso es trabajo de "reconstruir y mejorar". Sin embargo, el financiamiento es desigual. Solo ~$35 mil millones están identificados actualmente, dejando una brecha de $33 a 35 mil millones que probablemente se llenará a través de deuda y nuevas fuentes de ingresos.
Así que sí: ese centavo ayuda a mantener las luces encendidas y los trenes funcionando hoy. Pero también es un pago inicial (desigual, incierto y aún bajo negociación) para el futuro del metro.
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Published October 1, 2025
Daniel Kawalsky is a contributor for Tunnel Vision.
This article is part of the Fares series.
